Cargando ...
Miguel Rodríguez Rubio, alumno de la primera promoción de la Facultad de Informática de la Universidad de Deusto, me pasa muy amablemente el texto del discurso pronunciado en el acto de investidura de Licenciados en Informática. Sin duda, un documento histórico y que traerá muchos recuerdos a los que allí estuvieron:
Excelentísimo Rector, Ilustrísimo Vicerrector, Profesores, Señoras, Señores, Compañeros.
La buena realización como profesional proactivo de un Licenciado en Informática implica, sobre todo, que éste comprenda como debe plantear su integración en el mundo laboral, y sepa definir su postura para el correcto desarrollo de sus funciones.
Durante cinco años hemos estudiado una serie de disciplinas que nos capacitaban para qué, en un futuro, pudiéramos aplicar con acierto toda la metodología del Análisis de Sistemas con el fin de conseguir un alto grado de pragmatismo en el empleo de los ordenadores u otras máquinas informacionales como medio para la resolución de problemas de muy diversa índole.
Pero todos estos años se quedarían en un simple periodo de instrucción, si toda esta propedéutica no se viera complementada por la consecución de un auténtico espíritu profesional. Ser informático es algo mucho más amplio y complejo que el dominio de unas técnicas. Ser informático es poseer espíritu de lucha y gran confianza en uno mismo, ser informático es el avanzar día a día por la vida con una sana filosofía de la acción y del trabajo. Ser Informático es poder contemplar con una concepción exactamente analítica e intelectual toda la funcionalidad de nuestro entorno, ser informático es, de alguna manera, hacer Ciencia sobre la Técnica y Técnica sobre la Ciencia, ser Informático es desarrollar toda esta filosofía praxiológica sin perder humanidad, ser Informático es, por último, reconocer todo lo que debemos a la Universidad de Deusto, a la que hoy hemos hecho juramento en justa correspondencia con sus desvelos.
No quiero alargarme más, porque, compañeros, todos nosotros podríamos hablar horas sobre la ilusión depositada en nuestra profesión sin cansarnos. Sólo quiero comentar, y sé que la comprenderéis en toda su extensión, una frase de Aristóteles, que leí hace unos y que es algo más que una simple premonición: “Llegará un día en que la herramienta ejecutará por sí misma y ordenadamente el trabajo que le corresponda”. Yo, hoy, añadiría, con humildad y sin intención de enmendar al sabio, que para que esto ocurra la herramienta habrá tenido que ser creada por el hombre, y su acción, por el hombre programada.
Muchas gracias.
Tags: discurso, Facultad de Informática, investidura, Miguel Rodríguez Rubio, primera promoción
1 Comentario en “Discurso del acto de investidura de la primera promoción de la Facultad de Informática”